¿Es posible una radio por WhatsApp?
Breve entrevista realizada por Fernando Mazzoni, alumno del Taller Voz para tus Proyectos, bibliotecario de la escuela CPEM 18, provincia de Neuquén, Argentina. Dibujante aficionado, promotor lúdico y productor del podcast «Puentes de la Información».
https://www.facebook.com/Ferbiblio
Silvina: La radio por definición implica un conjunto de dispositivos para transmitir voz y música, procesando ondas de señales de radio originales en otro tipo, para poder enviar mensajes a distancia.
WhatsApp por su parte sirve para enviar mensajes de texto y multimedia entre usuarios gracias a la línea de telefonía móvil y esta aplicación que convierte las cadenas de texto y contenido multimedia en códigos, viajan por la web hacia el destinatario, en este caso identificado por un número de teléfono.
Su característica principal es la de enviar mensajes instantáneos. Comunicar en forma rápida y ágil qué es lo que pasa (What’s up? ) mediante documentos, ubicaciones, contactos, gifs, stickers, así como llamadas y videollamadas.
Fernando: ¿Por qué limitar el contenido de esos mensajes?
Silvina: Siendo una aplicación sencilla de aprender, la “radio por WhatsApp” es una herramienta para poder hacer llegar conocimiento por medio de uno de los artefactos electrónicos que con los años se convirtió en imprescindible, el teléfono inteligente, el teléfono celular.
La radio siempre estuvo relacionada a un grupo de personas, a los buenos oradores, a los profesionales, a los famosos. Un lugar de escucha para muchos y creación de contenidos limitada a unos pocos.
La radio hoy también utiliza WhatsApp para comunicarse con sus oyentes.
Gracias a internet, WhatsApp ha reemplazado las llamadas telefónicas hace años.
Internet nos ha sabido demostrar que la información es de fácil acceso, a demanda y en forma gratuita la mayoría de las veces.
La radio ha migrado hacia el teléfono celular desde la masiva venta de teléfonos inteligentes. Hoy se escucha radio desde una aplicación en el teléfono. WhatsApp esta a un click de distancia en el mismo teléfono.
Para fundamentar este punto de vista, comparto las siguientes estadísticas:
Los radioescuchas sintonizan cada vez más la radio a través de sus teléfonos celulares. Por ejemplo, en Paquistán, el 30 % de los hombres encuestados en 2008 declaró haber escuchado la radio a través de sus teléfonos.
>> Fuente: Intermedia, 2010: sitio web Pakistan Audience Scapes
Hoy, la radio es una aplicación más en nuestro teléfono celular. Sigue siendo exclusiva a profesionales la generación de contenido. Porque aquellos que hacen “radio de verdad” deben hacer una inversión en equipos, que por más que también éstos se hayan convertido en más accesibles con la implementación de computadoras de escritorio/laptops o las netbooks que facilita el gobierno argentino para los niños en etapa escolar, subir ese contenido a la radio, necesita de contactos con emisoras locales al menos.
La pandemia nos ha acercado obligatoriamente a buscar alternativas para poder acceder a la educación. Se ha logrado impartir clases por zoom o meet o Skype. El problema es que estas plataformas de videollamada o chat, en algunos casos pueden ser confusas o no son accesibles para todos. Una aplicación más en el celular requiere de una curva de aprendizaje y de un teléfono celular apto para poder aceptar esas aplicaciones. Cuantas veces hemos escuchado que no pueden descargar determinada aplicación por falta de espacio en el teléfono.
En cambio, WhatsApp es una herramienta sencilla de aprender y su utilización es casi masiva, como se puede ver en los gráficos siguientes.
https://www.slideshare.net/DataReportal/digital-2021-argentina-january-2021-v01
En YouTube nos podemos encontrar con tutoriales para dar “clases virtuales por whatsapp” https://www.youtube.com/watch?v=JKthTibYw9k
Porque todos tienen WhatsApp. Ni Telegram, que esta tratando de instalarse, no tiene
todavía tanta pregnancia como se asocia a WhatsApp.
Es un medio de comunicación “masivo”, “multiparticipante”. Está siendo
implementado por muchos acompañantes terapéuticos y docentes.
Es real la complejidad que puede significar aprender a usar Skype, Meet o Zoom
para una persona con discapacidad o niños que no tienen computadora en casa, o
para adultos que no tienen quién los asesore a bajar las aplicaciones y
aprender a usarlas.
El año pasado tomé un seminario de Radio Inclusiva, conozco a Matías Nierberg quien
contó el caso de Facundo
Gasu, un joven de 28 años con trastorno generalizado del desarrollo recurrió a
la app de mensajería WhatsApp en el marco de un proyecto innovador para jóvenes
con discapacidades motoras e intelectuales. Comparto la nota en el siguiente
link.
Fernando: ¿Cómo podrían ser los programas en este entorno? En cuanto a formato, duración, etc?
Silvina: No me atrevería a poner reglas al respecto. Sí existe una tendencia a escuchar audios cortos, no más de 5 minutos. Se puede decir muchísimo en ese tiempo, más cuando se desarrolla la habilidad de decir en pocas palabras mucho contenido.
Incentivaría a desarrollar la habilidad de síntesis. La persona que grabe el audio se puede valer de música de fondo de la tele o de un equipo de música/parlantes inalámbricos, para aportar sonido a ese audio. Las posibilidades son infinitas. Será cuestión de incentivar la creatividad de cada uno.
Fernando: ¿Qué otras ideas podés aportar , enfocadas a una escuela de nivel medio?
Silvina: En un mundo atravesado por los medios de comunicación multiplataforma, las posibilidades son muchas. Desde hacer transmisiones en vivo por Instagram, investigar redes como Twitch, Tic Toc, Discord o subir material de estudio a YouTube, sin olvidar los podcast. Hoy las posibilidades están más al alcance de todos y todas. Una aplicación en el celular puede propulsar diferentes formas de transmitir en modo atractivo el contenido que se da en el aula. Ya es tiempo de estimar el acceso a información gratuita y a demanda que se puede encontrar en todos los medios de comunicación que tenemos al alcance, no solo en la radio o la tele tradicional. Hoy todos y todas podemos ser generadores de contenido. Los niños lo están enseñando todo el tiempo. Aprenden ellos solos a usar internet o YouTube. Si lo que pretendemos es incentivar el interés por el conocimiento, debemos abrirnos y acercarnos a todos los canales de acceso a esa información, ya sea material física o digital. Lo digital nos atraviesa y ya no lo podemos negar. Será cuestión de hablar en nuevos lenguajes, adaptándonos
